La adolescencia es una etapa difícil no sólo para los jóvenes, sino también para los padres.
Los padres sienten que su hijo ha cambiado bruscamente y temen que nunca vuelva a ser el mismo que era antes. Muchas veces se preguntan ¿Por qué está tan alejado? ¿Qué habremos hecho mal? ¿Nunca más podremos conversar tranquilamente?, y al no encontrar respuesta se angustian, piensan que no hay vuelta atrás y creen que todo está perdido.
Sin embargo, y para tranquilidad de muchos, el distanciamiento con los padres es un proceso que se da en forma natural, y tiene relación con la búsqueda de mayor autonomía.
Es importante para el adolescente sentir la presencia e interés de sus padres aunque en su conducta manifiesten lo contrario. Por lo tanto, nunca deben darse por vencidos en los intentos de comunicación, aún cuando el joven los rechace. Esto le permite saber que cuenta con ellos para solucionar o enfrentar situaciones más complicadas, pero por el momento necesita resolver sus asuntos de manera personal. Es una etapa pasajera, pero si los padres se dan por vencidos, al final la comunicación entre ambos puede ser que se haya quebrado. |
Es importante que los padres no tengan una postura tan crítica respecto a los gustos de los jóvenes, y tratar de respetar y entender cuáles son sus preferencias. |
Se recomienda enfrentar al adolescente aún cuando eso implique ir en su contra. |